Hoy queremos abordar el tema de las llamadas zonas frágiles en cubiertas como son los traslúcidos o lucernarios. Veremos qué son, cuál es su principal problema y con qué soluciones contamos. Por supuesto, en temas de prevención, la solución siempre pasa por una buena planificación y anticipación para reaccionar con la antelación suficiente y de esta manera poner los medios adecuados.
Según el Instituto Nacional de Seguridad en el Trabajo (INSST) «Todos los años, demasiadas personas sufren accidentes graves o fallecen debido a caídas mientras realizaban algún trabajo de reparación o mantenimiento en cubiertas de distintos tipos de edificaciones.»
Según destacan ellos, en la mayoría de las ocasiones, los accidentes se producen durante trabajos en cubiertas realizando tareas como por ejemplo:
- Aislamiento e impermeabilización.
- Reparación de goteras o filtraciones.
- Sustitución de tejas o placas de la cubierta.
- Sellado de juntas.
- Retirada de cubriciones con amianto o sustitución por otros materiales.
- Instalación o mantenimiento de paneles solares.
- Limpieza de chimeneas o canalones.
- Reparación o sustitución de antenas.
- Retirada de nieve.
- Cambios de plásticos en invernaderos.
- Etc.
Si a todo esto añadimos, poco conocimiento en la materia por todas las partes, insuficiente experiencia, recursos limitados o una escasa sensibilización sobre los riesgos a los que se expone el trabajador, el riesgo de caída en altura se incrementa exponencialmente durante estas actividades.
Esta son las zonas donde los accidentes son más habituales: en el momento de acceder a la cubierta, caída desde el borde la cubierta y caída a través de esta por la rotura de elementos frágiles como cubriciones o traslúcidos.

Pero aunque una cubierta esté en buen estado no significa que sea segura, ésta es fácil que cuente con las llamadas zonas frágiles como son, material de cubrición poco resistente o deteriorado, traslúcidos, lucernarios o claraboyas, etc. En resumen, materiales poco resistentes que pueden romperse al ser pisados.
Las claraboyas o lucernarios son aberturas arquitectónicas en un tejado, que se utilizan para proporcionar luz natural a un espacio, haciendo posible reducir el consumo de energía eléctrica. Pero existe un riesgo relacionado con estos elementos para los trabajadores que realizan trabajos en cubiertas y es que pueden romperse con facilidad al ser pisadas.
<<<< El peligro real de accidente de estos elementos frágiles es porque no son vistos por los trabajadores. El reflejo del sol, el agua de la lluvia o la suciedad acumulada, pueden hacer que ésta sea invisible a la persona que está transitando sobre la cubierta.
La protección de claraboyas y lucernarios es vital para la prevención de accidentes por caída en altura. >>>>
¿Con qué soluciones contamos?
Además de protegida debe estar señalizada para que sea visualmente reconocida y para esto contamos con protecciones colectivas como:
Barandillas o sistemas de retención conforme a la norma EN ISO 14122-3.
Rejilla metálica. Son más resistentes y duraderas, no quitan la luz y su instalación no daña la cubierta.
Red anticaída temporal. Sistemas de retención de caída con malla de plástico o acero.
Cualquiera puede ser una buena solución para este tipo de zonas frágiles y en Huma Safety podemos asesorarte:
Y para finalizar os dejamos con esta frase, que compartimos completamente con nuestros compañeros del INSST:
<<<< En trabajos en cubiertas lo importante es bajar con vida. 📣
Catálogo 2019 título: Trabajos en cubierta: lo importante es bajar con vida >>>>